Contratar una agencia SEO puede ser una de las mejores decisiones para hacer crecer tu negocio online… o uno de tus mayores dolores de cabeza si no eliges bien. El problema es que el SEO no es un servicio visible de inmediato, por lo que percatarse de una mala decisión puede ocurrir en un momento demasiado tardío. Muchas promesas suenan convincentes, pero los resultados pueden tardar. Y eso deja espacio para errores, confusiones, y, en algunos casos, malas decisiones.
Lo cierto es que hay errores frecuentes al contratar una agencia SEO que pueden costarte tiempo, dinero y oportunidades. Elegir mal no solo significa no posicionarte: puede llevarte a penalizaciones, contenido pobre, enlaces tóxicos o una estrategia incoherente con tus objetivos.
En este artículo recopilamos errores comunes al contratar una agencia SEO, y te contamos cómo detectarlos a tiempo y, sobre todo, cómo evitarlos para no caer en los mismos.
El SEO no es un producto cerrado. No compras un paquete y obtienes resultados automáticos. Es un servicio que depende de cómo se analiza tu sitio, qué decisiones se toman y cómo se ejecuta cada acción.
Por eso, elegir una agencia SEO solo porque es barata suele salir mal. No siempre lo barato falla, pero si alguien ofrece un “SEO completo” por menos de lo que cobra un profesional por una hora de trabajo, algo no cuadra. Lo habitual en estas ocasiones es que se usen tareas genéricas, automatizadas o superficiales que no responden a tu contexto real.
Una buena estrategia exige tiempo, análisis técnico, revisión del contenido, creación de enlaces, seguimiento… Si todo eso entra en un presupuesto irrisorio, están recortando en alguna parte. El resultado suele ser un servicio que “hace cosas”, pero no genera impacto. Se entregan informes, se publican artículos, se marcan tareas como hechas… pero nada mejora de verdad. Y cada mes sin resultados es tiempo perdido que ya no recuperas.
Qué hacer en su lugar: antes de decidirte, pregunta por el proceso. ¿Quiénes trabajan en tu cuenta? ¿Qué pasos siguen? ¿Cómo miden el progreso? Si no hay claridad en eso, probablemente tampoco la haya en la ejecución.
No es lo mismo posicionar una tienda online con 5.000 productos que una web corporativa con tres servicios. Tampoco es igual trabajar en sectores con competencia alta (salud, finanzas, legal) que en nichos locales o de marca personal.
Cada tipo de proyecto tiene sus propias peculiaridades. Por eso, cuando una agencia SEO no ha trabajado con sitios similares al tuyo, corre el riesgo de aplicar soluciones genéricas o estrategias que no funcionan en tu contexto.
Una agencia que nunca ha trabajado con proyectos de SEO local probablemente no sabrá priorizar aspectos clave como la optimización de fichas de Google My Business o la gestión de búsquedas geolocalizadas. Una que no ha gestionado ecommerce puede ignorar problemas habituales como contenido duplicado en fichas de producto o paginaciones mal gestionadas.
Pide ejemplos de proyectos similares al tuyo. No solo en cuanto a resultados, sino al contexto:
También puedes preguntar cómo abordarían un caso como el tuyo sin darles demasiada información técnica. Si entienden bien tu negocio, sabrán hacer las preguntas adecuadas. Si tienen una metodología estándar que no se adapta a lo que necesitas, probablemente no sea la agencia adecuada.
Muchas empresas contratan SEO sin tener claro qué incluye el servicio, cómo se mide su progreso o qué hace realmente la agencia cada mes. Este error no se resume en no saber (el SEO es complejo y no se espera que el cliente lo domine), sino en no preguntar.
Cuando no entiendes qué estás pagando, tampoco puedes valorar si lo que recibes tiene sentido. Y esto abre la puerta a tareas que se hacen para “cumplir”, pero no aportan nada real: informes automatizados, artículos sin intención de búsqueda, auditorías que no se aplican. Si el proveedor no te explica qué está haciendo o por qué lo hace, es posible que ni siquiera lo tenga claro él mismo.
Desde el primer contacto, pide a la agencia que te explique qué entregables incluye el servicio, cómo se mide el rendimiento y en qué puntos tendrás visibilidad o participación.
No necesitas entender cómo funciona un archivo robots.txt, pero sí saber por qué se va a tocar, cuándo y con qué objetivo. Hay materiales muy claros, como esta guía de Ahrefs sobre cómo entender los KPIs SEO que te pueden servir como referencia para saber qué pedir.
Hay agencias que comunican muy bien, pero trabajan mal. O que funcionaron hace años y hoy operan con procesos anticuados. También las hay que subcontratan todo sin control o que rotan personal constantemente.
Contratar sin mirar su historial real es ir a ciegas. Muchas empresas se quedan solo con lo que ven en la web: diseño limpio, frases motivadoras, testimonios sin contexto. Eso no revela la calidad que hay detrás.
No se trata de buscar firmas “famosas”, sino confirmar que tienen experiencia comprobable, clientes duraderos y transparencia en lo que hacen. La credibilidad digital afecta la confianza inicial y las expectativas reales al contratar servicios digitales.
Antes de firmar, pide ejemplos de proyectos concretos. Investiga fuera de su sitio web: revisa perfiles de empleados, opiniones de clientes en redes profesionales, comentarios en foros o casos de estudio independientes.
Asegúrate de que la agencia pueda mostrar:
Una agencia con reputación demostrada no necesita disimular lo que hace; lo muestra.
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Una agencia SEO puede encargarse de estrategia y ejecución, pero no puede decidir por ti sin información. Cuando una empresa contrata y desaparece durante meses, el proyecto se vuelve opaco y, muchas veces, improductivo.
Hay decisiones que requieren tu criterio. Cambiar páginas clave, ajustar mensajes, crear contenido específico, validar prioridades. Si no participas, la agencia rellena los huecos con suposiciones, y eso rara vez da buenos resultados.
Un artículo de ITBID sobre proveedores estratégicos vs proveedores operativos explica que la relación más valiosa no es la que simplemente cumple tareas, sino la que colabora, informa y adapta la estrategia junto al cliente.
No necesitas revisar cada texto ni cada metadato, pero sí establecer un sistema de seguimiento:
Una buena agencia no requiere supervisión constante, pero sí comunicación fluida. Tu feedback guía el trabajo.
Uno de los errores comunes al contratar una agencia SEO por excelencia es esperar resultados en pocas semanas. El problema no es tener expectativas, sino que esas expectativas no coincidan con cómo funciona realmente el posicionamiento orgánico.
El SEO requiere tiempo. Google necesita rastrear, indexar, procesar señales de calidad, comparar tu sitio con otros, y observar la reacción de los usuarios. Esto no ocurre de un día para otro, y mucho menos si partes de cero.
Quien promete que estarás en la primera página en 30 días, probablemente está mintiendo o hablando sin analizar tu caso. Una buena estrategia empieza corrigiendo lo urgente (técnico), pero necesita también desarrollar contenido, autoridad y relevancia. Y eso toma tiempo.
Por ello, porque es útil entenderlo, en nuestro blog ya te hemos comentado qué resultados puedes esperar tras 3, 6 y 12 meses con una agencia SEO. La evolución es progresiva, con fases distintas de mejora según el punto de partida y el tipo de web.
En general, se pueden esperar primeros indicios de mejora entre los 3 y 6 meses. Resultados sólidos, a partir de los 9 o 12 meses. Siempre que el trabajo esté bien hecho y no haya bloqueos (por ejemplo, del lado del cliente).
Eso no significa que no se haga nada en ese tiempo. Significa que el SEO avanza como una inversión acumulativa. Cada mejora suma, aunque los frutos tarden.
Si necesitas resultados inmediatos, el SEO no es el canal adecuado. Pero si quieres visibilidad estable y sostenible, es el camino correcto. Solo que hay que tener paciencia.
Una estrategia SEO puede estar técnicamente bien hecha y aun así no aportar valor si no responde a lo que la empresa realmente necesita.
Si vendes un servicio de consultoría, no te sirve atraer miles de visitas con artículos informativos si esas visitas nunca convierten. Si tienes una tienda online, no te interesa posicionar el blog si las fichas de producto están invisibles.
Posicionar por posicionar no tiene sentido. Lo importante es que el posicionamiento esté alineado con tu embudo, tu cliente ideal y tus objetivos.
Antes de lanzar ninguna acción SEO, define con la agencia:
A partir de ahí, todo lo demás (keywords, contenido, arquitectura, enlaces) debe construirse para responder a esa meta.
Evitar estos errores no significa entenderlo todo desde el inicio. Significa saber dónde poner la atención: en los procesos, en la claridad del trabajo, en la conexión con tu negocio y en la calidad del equipo detrás.
En Mavance trabajamos el SEO como un proceso conjunto, con objetivos concretos, sin promesas vacías y con perfiles especializados que se coordinan desde la estrategia.
Si quieres dar el paso, contáctanos directamente — estaremos encantados de evaluar tu proyecto sin compromiso.
Y ahora te leemos a ti: ¿Has pasado por alguno de estos errores? ¿Qué aprendiste al trabajar con agencias SEO? ¿Cuál añadirías a la lista?