Redirecciones 301: qué son y cómo configurarlas
Imagina que alguien intenta visitar una página de tu sitio web que ya no existe. En lugar de encontrar el contenido que buscaban, se topan con un error 404. Resultado: abandonan tu sitio, y tú pierdes una oportunidad de oro. Aquí es donde entran en juego las redirecciones 301: una herramienta muy importante pero muchas veces ignorada que mejora la experiencia del usuario y protege tu posicionamiento en Google. Te explicamos qué son, por qué son clave para tu estrategia SEO y cómo implementarlas correctamente paso a paso, tanto si usas WordPress como si gestionas tu servidor directamente.
¿Qué es una redirección 301?
Una redirección 301 es una instrucción permanente que le dice a los navegadores y a los motores de búsqueda que una página web se ha movido de forma definitiva a una nueva URL). Cuando alguien intenta acceder a la URL original, es redirigido automáticamente a la nueva ubicación sin tener que hacer nada y en muchas ocasiones sin darse ni siquiera cuenta.
Este tipo de redirección garantiza que el usuario llegue al contenido correcto y transfiere prácticamente toda la autoridad SEO (también conocida como link juice) del enlace antiguo al nuevo. Es, por tanto, la forma más segura y recomendada de cambiar una URL sin perder posicionamiento en los motores de búsqueda.
A diferencia de otras redirecciones como la 302 (temporal) o la 307, la 301 indica un cambio permanente y es la preferida por Google cuando necesitas reorganizar tu sitio, migrar páginas, consolidar contenido o eliminar secciones obsoletas.
¿Por qué son importantes las redirecciones 301?
Las redirecciones 301 no son un simple cambio de dirección web. Son una herramienta crítica para mantener la salud técnica de tu sitio, proteger tu posicionamiento SEO y asegurar una experiencia de usuario fluida.
Cuando una página desaparece o cambia de URL sin una redirección adecuada, los usuarios que intentan acceder a ella se encuentran con un error 404. Y, ¿qué genera esto? La persona se frustra, pierde confianza y, en muchos casos, abandona inmediatamente el sitio. Desde el punto de vista del SEO, estos errores son aún más dañinos: los motores de búsqueda dejan de rastrear e indexar esas páginas, y cualquier autoridad de enlaces (backlinks) que apuntara a ellas se pierde por completo.
Las redirecciones 301 evitan ese problema al indicar que el contenido se ha movido de manera permanente. Así, tanto los usuarios como los buscadores son enviados automáticamente a la nueva URL, y la autoridad SEO del enlace original se transfiere casi en su totalidad.
Cuándo utilizar una redirección 301
Aunque no todos los cambios requieren una redirección, hay ciertos casos en los que usarla es la mejor práctica tanto para el SEO como para la experiencia del usuario. Aquí tienes los escenarios más comunes en los que deberías considerar una redirección 301:
- Has cambiado la estructura de tus URLs.
- Si has modificado el formato de las URLs por motivos de SEO, organización o usabilidad, es fundamental redirigir las antiguas a las nuevas para no perder tráfico ni autoridad.
- Estás migrando de un dominio a otro.
- Ya sea por un rebranding o una fusión, si cambias de dominio, las redirecciones 301 permiten traspasar el valor SEO del antiguo al nuevo sitio.
- Has eliminado una página o producto.
- Si ya no ofreces un servicio o producto, redirigir esa URL a una página relacionada (como una categoría o un producto similar) ayuda a retener tráfico relevante.
- Estás consolidando contenido duplicado.
- En lugar de tener múltiples páginas compitiendo por la misma palabra clave, puedes combinar su contenido en una sola página fuerte y redirigir las demás a esta. Esto mejora la autoridad y la claridad para los buscadores.
- Hay enlaces entrantes con errores o URLs antiguas.
- A veces, otros sitios enlazan a tu web con direcciones incorrectas o desactualizadas. Si no puedes contactarlos para corregir el enlace, una 301 garantiza que esos visitantes y su «link juice» lleguen al lugar correcto.
- Redirecciones temporales mal implementadas.
- Si usaste una redirección 302 cuando en realidad el cambio era permanente, debes reemplazarla por una 301 para garantizar la transferencia de autoridad.
Consejo: antes de aplicar una redirección, asegúrate de que la nueva URL realmente responde a la intención del usuario que llegaría a la página original. No se trata solo de mover tráfico, sino de mantener su relevancia.
Qué pasa si no usas redirecciones correctamente
Ignorar o implementar mal las redirecciones 301 puede tener consecuencias graves para tu sitio web, tanto en su visibilidad como en la experiencia del usuario que navegue por él. Te detallamos a continuación las más importantes:
Pérdida de tráfico orgánico
Cuando una URL deja de funcionar y no es redirigida correctamente, cualquier usuario que acceda a ella (desde Google, redes sociales, enlaces externos, etc.) se topará con un error 404. Esto suele terminar en un abandono inmediato del sitio. Si esa página tenía buen posicionamiento, estás perdiendo visitas valiosas cada día.
Pérdida de autoridad SEO
Los enlaces entrantes que apuntaban a la URL eliminada dejan de contar para tu posicionamiento. Google no transfiere automáticamente esa autoridad a otra página a menos que se usen redirecciones 301. Esto puede afectar tanto a esa URL específica como al rendimiento general de tu dominio.
Mala experiencia de usuario
Los errores 404 generan frustración y dañan la imagen de marca. Una navegación con enlaces rotos transmite descuido y puede hacer que el usuario no regrese a tu sitio.
Problemas de rastreo e indexación
Los bots de Google y otros motores de búsqueda pierden tiempo rastreando páginas inexistentes, lo que puede afectar la eficiencia con la que tu sitio es escaneado e indexado. En casos extremos, incluso podrías ver una caída en las posiciones de búsqueda.
Cómo identificar páginas que necesitan redirección
Antes de implementar redirecciones 301, el primer paso es detectar qué páginas realmente las necesitan. Hacerlo a tiempo te permite evitar pérdidas de tráfico, mantener una buena experiencia de usuario y proteger tu posicionamiento en buscadores.
Estas son las formas más efectivas de identificar URLs que deben ser redirigidas:
- Revisa los errores 404 en Google Search Console: Google Search Console es una herramienta clave para detectar páginas que generan errores. Accede a la sección de “Páginas”, dentro de «Indexación», donde encontrarás URLs que devuelven el estado “No se ha encontrado (404)”. Estas deben evaluarse y, si procede, redirigirse a nuevas páginas con contenido equivalente o relevante.
- Usa herramientas de auditoría SEO: herramientas como Screaming Frog o WebSite Auditor rastrean tu sitio de forma similar a como lo haría Googlebot. Estas plataformas te ayudan a identificar:
- URLs que ya no existen
- Redirecciones activas y posibles cadenas
- Enlaces internos rotos
- Errores de estado HTTP
- Consulta los registros del servidor (logs): los registros de acceso del servidor web (access logs) muestran qué URLs están siendo solicitadas por los usuarios o bots. Si observas muchas solicitudes a páginas que ya no existen, es una señal clara de que se necesita una redirección.
- Usa comprobadores de enlaces rotos: existen herramientas específicas como Broken Link Checker o extensiones de navegador como Check My Links que escanean sitios enteros en busca de enlaces rotos. Son útiles para mantener la integridad de los enlaces internos y externos.
- Haz una auditoría manual de tus enlaces clave: revisa enlaces dentro de:
- Artículos antiguos
- Menús, pies de página o banners
- Enlaces compartidos en redes sociales, newsletters o colaboraciones externas
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Cómo implementar redirecciones 301
Una vez identificadas las páginas que necesitan redirección, llega el momento de aplicar los cambios. La forma de hacerlo dependerá de la plataforma que uses (CMS, servidor, código personalizado) y del volumen de redirecciones que necesites gestionar.
A continuación te explico las opciones más comunes para implementar redirecciones 301 de forma correcta y eficiente.
En CMS
En WordPress
Si usas WordPress, existen varios plugins que permiten gestionar redirecciones sin necesidad de tocar el código. Los más recomendados son:
- Redirection: muy completo, gratuito y fácil de usar.
- Rank Math o Yoast SEO: incluyen módulos de redirecciones 301 si usas sus versiones avanzadas.
Solo debes ingresar la URL antigua y la nueva, y el plugin se encargará del resto.
En Shopify, Wix, Squarespace
Estas plataformas tienen funciones integradas para redirecciones:
- En Shopify, puedes gestionarlas desde el apartado “URL redirects” en el subapartado «Menus», dentro de «Content».
- En Wix y Squarespace, puedes crear redirecciones manuales desde sus paneles de control, aunque con algunas limitaciones si usas sus planes básicos.
A nivel de servidor
Apache (.htaccess)
Si tu sitio está alojado en un servidor Apache, puedes usar el archivo .htaccess
para crear redirecciones. Ejemplo básico:
Redirect 301 /pagina-antigua https://www.tusitio.com/pagina-nueva
Es ideal para redirecciones simples, aunque si necesitas aplicar muchas, puede volverse difícil de mantener.
NGINX
En servidores NGINX, las redirecciones se configuran en el archivo nginx.conf
:
rewrite /pagina-antigua https://www.tusitio.com/pagina-nueva permanent;
Este método es más eficiente que .htaccess
, pero requiere acceso al servidor y conocimientos técnicos.
En el código del sitio
Si gestionas tu sitio con frameworks personalizados (por ejemplo, en PHP, Node.js, etc.), puedes añadir redirecciones directamente en el código:
PHP:
header("HTTP/1.1 301 Moved Permanently");
header("Location: https://www.tusitio.com/nueva-url");
exit();
Este enfoque se recomienda solo si tienes control total sobre el backend y necesitas lógica personalizada para las redirecciones.
Redirecciones masivas
Si tienes cientos o miles de URLs por redirigir (por ejemplo, en una migración), lo ideal es trabajar con:
- Archivos CSV o Excel con las columnas: URL antigua y URL nueva
- Herramientas de importación automática (como módulos en WordPress, reglas en el servidor, o scripts personalizados)
Conclusión
Las redirecciones 301 no son un detalle menor: son una herramienta fundamental para mantener la salud de tu sitio web, proteger tu posicionamiento en buscadores y ofrecer una experiencia de usuario impecable.
Además de su impacto técnico, las 301 son una forma de cuidar tu reputación digital: cada enlace roto es una oportunidad perdida, y cada redirección bien hecha es un paso hacia una web más sólida y con una mayor consistencia interna. Nosotros solemos trabajar con este tipo de redirecciones cuando hacemos una auditoría SEO, por ejemplo, y te podemos decir de primera mano que son muy útiles. Si quieres ver aplicadas en tu web esta y otras herramientas para mejorar su posicionamiento, no dudes en contactar con nosotros.
¿Conoces otras formas de llevar a cabo redirecciones 301? ¡Explícanoslo en un comentario!
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